martes, 5 de marzo de 2013

Haibun. Brásicas



No amenazaba lluvia esta mañana y sin embargo no ha parado de llover desde el mediodía. Por ese motivo y porque no suelo llevar paraguas, he pedido a una compañera que me acercara a casa al salir del trabajo; era demasiada agua para mi capucha.
Guarecida bajo un balcón esperaba que vieniera a por mí, de pronto dos tapas de alcantarilla han saltado por los aires dejando fluir un gran chorro de agua. En cuestión de segundos la calle se ha inundado y el nivel del agua subía y subía hasta llegar a las aceras. Cuando el coche blanco de mi compañera ha llegado hasta mi posición, las ruedas estaban cubiertas hasta la mitad y alrededor del coche flotaban a gran velocidad, arrastradas por la corriente, las matas de pensamientos y brásicas de los parterres cercanos.
Al subir al coche le he comentado a mi amiga: "mañana el panorama en el césped será desolador".

Calle inundada_
en el agua flotando
las matas de* brásicas

*brásicas o coles de jardinería.


ANA ROSA ESTEBAN

2 comentarios:

  1. La naturaleza tiene, a veces, estos desbordes, Ana Rosa.
    Esa misma lluvia imprescindible nos quita por momentos la belleza que ella misma hace posible.
    Es ley.

    Gracias, amiga, por compartir este haibun tan cercano.

    Desde "Hojas de Haiku", un beso.

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  2. Así es Juan Carlos, la naturaleza es caprichosa, y gracias a eso nos da esos momentos maravillosos.
    Gracias por tus palabras y un besito desde Albacete.
    ANA ROSA

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